Si hay algo que hace un docente al cabo del día, es comunicar. De diversas formas, con diversos interlocutores. En clase, con las familias, con sus compañeros, a través del aula o de la herramienta de gestión…

Los docentes comunican de muy diversas maneras. Y con diferentes propósitos, de forma presencial y digital. Los docentes son comunicadores natos.

En esta entrada vamos a centrarnos en la comunicación digital y vamos a tomar como eje algo que puede sonar más bien institucional, el plan de comunicación, para ver diversos aspectos importantes que pueden ayudar a los docentes a mejorar la comunicación digital. Son unos apuntes básicos, incompletos, pero que espero puedan servir de inspiración inicial.

Objetivos

Toda comunicación tiene objetivos.

Estos objetivos nos ayudarán a focalizar y optimizar nuestra comunicación digital.

Pueden ser muy diferentes entre unos y otros docentes. Cada docente se planteará sus objetivos y establecerá su plan de comunicación de forma acorde a ellos.

Veamos algunos ejemplos de objetivos generales dependiendo del tipo de plan de comunicación:

Hacia los estudiantes:

  • Facilitar el seguimiento de la asignatura.
  • Motivar a los estudiantes.
  • Resolver dudas.

Entre estudiantes:

  • Conseguir una mayor comunicación entre los propios estudiantes utilizando las nuevas tecnologías y redes sociales.
  • Facilitar la participación de estudiantes.

Entre profesionales:

  • Establecer espacios de buenas prácticas entre docentes
  • Mantener la comunicación entre los miembros del claustro del profesorado

Con familias:

  • Informar de temas formales
  • Hacer partícipes de lo que ocurre en el aula para facilitar la continuidad entre familia y escuela.
  • Generar espacios de participación familiar.

Público

Dependiendo de las etapas educativas, nuestra comunicación digital como docentes tendrá un público objetivo u otro, nos dirigiremos más a las familias o a los estudiantes. Si tenemos varios públicos, quizás puede resultar más sencillo realizar diferentes planes de comunicación independientes.

Contenido

Otro tema a pensar es qué tipo de contenido va a ser objeto de comunicación digital

Por ejemplo, desde un ámbito más formal y estructural hasta uno más informal, podemos tener este esquema en mente.

  • Programación y secuenciación de los diferentes módulos, unidades, temas, proyectos. Alteraciones de esta programación.
  • Calendario de exámenes.
  • Tareas, actividades y ejercicios o contenidos de refuerzo o ampliación
  • Calificaciones de las diferentes actividades.
  • Convocatorias de reuniones
  • Dudas, sugerencias, ideas, intereses de aprendizaje…
  • Participación
  • Informaciones varias, curiosidades,

Pero podemos ampliarlo  según las características de la etapa educativa, de las características de mi centro o aula, de la modalidad de impartición de las clases… Como recomendación, haz una lista de cosas que podrías llegar a comunicar, a modo lluvia de ideas, sin filtro.

Añade qué tipo de comunicación te gustaría que te llegara a ti por parte de alumnos, familias… ¿Solo dudas? ¿O algo más, como sugerencias o colaboraciones? ¿Va a haber espacios de comunicación donde prime el intercambio, por ejemplo, entre estudiantes? Va a depender mucho de tu contexto.

Después sí, clasifica todos estos posibles contenidos y se les asignará un canal, una temporización… Todo puede ser flexible, pero genera una estructura básica para facilitar la organización.

Canales

Este apartado es fundamental. Porque no hay confundir la comunicación digital con usar muchas herramientas digitales.

Los destinatarios o las personas con las que interrelacionemos deben tener muy claros los canales para evitar confusión, repeticiones e interferencias.

Es importante analizar cada uno de los canales posibles, ver pros y contras en función de cómo queremos que sea la comunicación, qué contenido llevará y seleccionar.

Tenemos muchos canales digitales a nuestra disposición y no es buena idea usarlos todos, sin un criterio.

Para analizar los canales, podemos tomar en consideración:

  • El tipo de contenido.
  • Si el destinatario del contenido será individual o grupal
  • Si encontraremos a nuestro destinatario a través de ese canal.
  • Si la comunicación será unidireccional o bidireccional.
  • La sincronía o asincronía del canal.
  • Si la comunicación será más formal o de un carácter más informal.

Se contemplarán varios canales, pero no debería duplicarse la información por norma, ya que acabaría generando ruido y eso dificultaría la comunicación.

Ejemplos:

En infantil: quiero mostrar y contar qué hacemos en clase, para hacer partícipes  a las familias y para que estas puedan dar continuidad en casa a lo que se hace en el aula.

Muchas maestras usan blog para este fin , ya que permite:

  • tener todo organizado, etiquetado;
  • que las familias puedan comentar;
  • controlar las suscripciones y avisos;
  • gestionar privacidad.

Las primeras semanas de curso, o de lanzar este blog, sí comunicaría a las familias a través de otros canales que haya decidido que servirán para la comunicación. Diría que he añadido una entrada, que existe ese canal… pero tras ponerlo en marcha y ver que las familias ya están enteradas, suscritas al blog, no haría un doble trabajo de escribir en el blog y avisar a través de otros canales que he escrito en el blog.

Vamos a otra etapa educativa, en la que quiero comunicarme con estudiantes desde el aula virtual.

Aquí, de nuevo es muy importante que los alumnos sepan dónde encontrarán cada actualización de información, una estructura clara y la comunicación completa en un lugar. Por ejemplo, añado una actividad o tarea que tienen que presentar. Para el alumno es fundamental que esta tarea lleve de forma muy clara:

  • Enunciado con todos los detalles de qué se espera que haga.
  • Documentación adicional si es necesaria, o la referencia.
  • Cómo se espera que se entregue, tanto en formato como el espacio para hacerlo
  • Cuándo debe de entregarla
  • Si es una actividad individual o grupal. Si es grupal, toda la información para desarrollarla (y aquí se abre otro melón que escapa a estos apuntes rápidos).
  • Si la actividad será desarrollada por completo de forma virtual o habrá momentos que se hagan en clase presencial.
  • Cómo se evaluará la actividad.

En definitiva, responder a las preguntas clásicas de qué, quién, cómo, cuándo y dónde.

Esto, ni más ni menos, es la información básica que hemos usado para planificarla, esa que ronda en nuestra cabeza de docentes, pero que el alumnado debe conocer.

Una vez configurada esa tarea, tenemos que avisar de que se ha puesto en marcha. Hay LMS que lo hacen de forma automática, pero aquí siempre es bueno una comunicación, bien en el aula presencial, o bien a través de los sistemas de avisos del sistema. Las aulas virtuales suelen tener muchos sistemas, muchas opciones y, de nuevo, es importante escoger a través de qué canal vamos a avisar siempre sobre este tipo de información.

Por ejemplo: Un mensaje en el «Foro de avisos», si usamos Moodle, o de la herramienta «Anuncios» si usamos blackboard. Son herramientas similares a un tablón de anuncios que podamos tener en clase y que avisa por email al estudiante. En las plataformas tenemos más opciones, pero es importante que usemos siempre las mismas vías para iguales tipos de comunicación. Nosotros escogemos.

Por tanto, en cuanto a canales:

  • Deben ser bien seleccionados,
  • Adecuados a los contenidos
  • Estar atendidos para evitar la sensación de  canales fantasma

Cuándo

Esto también es muy importante pensarlo desde dos perspectivas, para ser operativos.:

  • Cuando voy a lanzar comunicaciones.
  • Cuándo estaré disponible para contestar e interactuar.

Igual que planifico las clases, debería tener control de un plan de comunicaciones.

Si atendemos al listado de contenidos de las comunicaciones, habremos asignado canales concretos y es posible establecer para algunos temas cierta periodicidad.

Por ejemplo, cuando hay un grado alto de virtualidad en las clases:

  • Una comunicación al inicio de semana / unidad para comunicar cómo será la semana a nivel lectivo, dando una panorámica general. Dando ánimos y motivando, generando cercanía.
  • Una comunicación general al final de la semana o de la unidad para resumir, destacar puntos importantes, cosas que han resultado exitosas, otras que requieren de más atención, recursos adicionales para seguir aprendiendo…

En los ejemplos anteriores:

  • Para el uso que hemos comentado del blog, puedo lanzar, por ejemplo, una entrada a la semana que resuma lo que se ha hecho en clase toda esa semana. Es posible ir trabajando con borradores en los que yo vaya metiendo la información al día, pero programar la publicación de la entrada para un día concreto, que puede ser el viernes por la tarde. Es una opción, que debe decidir el docente. Hay otros docentes que prefieren ir informando de forma diaria. En este caso, debe contar con que las familias esperarán esa entrada diaria. Es decir, la perioricidad que marquemos, va a generar unas expectativas.
  • En el caso del aula virtual, no es lo mismo que el docente ponga una actividad puntual en el campus, que que esa actividad forme parte de una rutina semanal, en la que sabemos que va a tener que hacer varias actividades a través del aula virtual. en ese caso quizás lo mejor sea agrupar en un plan semanal y avisar a través de ese plan (y de nuevo, será comunicada la disponibilidad de ese plan) de todas las tareas que tendrá que hacer. El objetivo es facilitar la información, la organización de los estudiantes y no crear ruido ni interferencias.

Si hablamos sobre cuándo el docente estará disponible para contestar, para atender, también es algo a pensar seriamente para no tener la sensación de estar siempre conectado. Hay que encontrar un equilibrio entre contestar a alumnado o familias de una forma ágil y no poder desconectar por esa expectativa de inmediatez. Es importante manejar esa expectativa.

Si usamos canales síncronos, como puede ser el teléfono o videoconferencia, habremos acordado estar ambas partes a una hora. Para el resto de canales, la comunicación es asíncrona y es bueno marcar ciertas franjas de latencia a la hora de contestar.

En general, funciona la consigna de contestar en un plazo de 24 horas, de lunes a viernes, por ejemplo. Lo que el docente decida como su tiempo de respuesta, deberá ser comunicado a los interlocutores, para manejar esas expectativas.

Eso sí, si abro una tarea en el aula virtual el viernes, esa tarea no se ha podido comentar en clase y pongo fecha de entrega el domingo como máximo, algo falla, si además no voy a contestar a las dudas de los alumnos durante el fin de semana. Así que quizás deba abrirla antes, o dejar que entreguen en días lectivos ellos también para poder tener posibilidad de realizar las consultas que les puedan surgir.

Acciones

Para cumplir con todo, hay que establecer una serie de acciones.

Siguiendo con los ejemplos:

Blog: Si he decidido una entrada semanal y, para que no se me acumule todo el trabajo, voy a ir añadiendo en modo borrador un pequeño resumen cada día, mi acción será justo esa, reservarme, por ejemplo, 15 minutos cada día para añadir el resumen diario al blog.

En el caso del aula virtual: Para que el alumno tenga sus tareas publicadas y comunicadas, por ejemplo el lunes por la mañana, durante la semana anterior yo puedo trabajar en modo oculto, sin que ellos tengan la posibilidad de verlo (y no les genere ruido). De esta forma tendré la actividad diseñada y configurada en el aula, así como establecido el mensaje de aviso.

Todas estas acciones forman parte de la planificación del tiempo del docente. Es importante priorizar y medir las fuerzas para optimizar.

Evaluación

Después de dar una vuelta por lo más importante de lo que sería un plan de comunicación adaptado a los docentes, es momento de revisar de nuevo los objetivos que tenemos respecto a la comunicación digital y ver si es viable cumplirlos, si hay que hacer ajustes. También revisaremos el resto de apartados para ver si todo es coherente.

Por supuesto, siempre es importante evaluar este plan cada cierto tiempo y hacer ajustes si hay cosas a mejorar.

Incluso, podemos contar con nuestros interlocutores para realizar esa evaluación, de forma conjunta, sobre si los espacios de comunicación, el tipo de comunicación y la temporalización son útiles a su fin.

Conclusión

En definitiva, utilizar el esquema básico de un plan de comunicación nos va a permitir poder planificar, con una visión general y estratégica, así como optimizar canales, mensajes, energía y el tiempo de todos.

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